Luego hubieron otros colores, pero aún predominaba el rojo…rojo en muchas gamas: rojo pasión, rojo energía, rojo vitalidad…pero también: rojo violencia, rojo sangre, rojo agresión, rojo odio…y otros más: rojo señal de alto, rojo señal de ceda el paso y rojo represión y finalmente: rojo amor, si porque el amor tiene ese color…
Pero, más allá de toda apariencia externa con respecto al color, ¿qué hacía que el rojo fuera tan importante, o talvez determinante en el rojo? ¿Su misma esencia? ¿O es que los colores deben pasar por el rojo vivo para purificarse y mostrarse en todo su esplendor?...Vaya, tanto rojo no parece ser mera coincidencia, las preguntas a veces sólo hacen aflorar más dudas, muchas veces no conducen a responder nada…
Aún así, contrariamente a Jean Baptiste de Grenouille, este Rojo del que hablamos, se dio a la tarea de conocer y profundizar sobre los sentidos que tenía, y no del que carecía. Y es que lo que se tiene y se conoce resulta ser luego el camino más largo, eso lo sabía de antemano, pero es el camino que no sólo él había recorrido, sino también todos los antepasados que de alguna manera traía a cuestas…no en reencarnaciones, porque no sabía si creer en ellas… no le parecían tan rojas, pero si en su estructura ADN, que sí era roja…También era consciente de la paradoja existencial, de ese yin-yan que lleva de un lado a otro y sabía que llegar a la esencia del rojo utilizando todos sus sentidos, lo llevaría a determinar todos los otros colores, los desconocidos, los que temía, los que habían teñido los rojos con los que se si identificaba…
Y aquí, en este blog, esa historia…Una historia no de ayer, ni del futuro, y talvez tampoco de hoy, una historia sin tiempo…
18 julio 2006
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1 comentario:
felicidades por el rojo-blog!!
seguiré leyendo...
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