18 septiembre 2007

Es amor...

“Ser feliz”…

Decir que se ha tomado la decisión de ser feliz, puede ser simple, pero en realidad es la decisión más complicada de todas. Empezando porque debemos partir de saber lo que es ser feliz. Es algo que podría ser impalpable para quien ha estado al margen de tal sensación…

En vista de ello, talvez sea bueno echar un ojo a las carencias, a aquellas cosas que, a pesar de quedaron plantadas en el pasado, fueron causales de la sensación de no ser feliz.

¿Será la ausencia de golpes lo que hace a alguien feliz? ¿Será la comprensión? ¿Un hogar donde reine la paz, donde se respete a los individuos que la componen y tengan su independencia y libertad garantizadas? ¿Algo más de cariño y dulzura? ¿Justicia?...

Mmmm, ayudaría talvez, no lo sé. Sin embargo, si miro la lista, empiezo a establecer relaciones entre cada ítem, y puedo percibir que hay algo que es común entre ellos, y, es amor…Si, amor, porque volviendo a ellos:

Alguien que ama, no golpea salvajemente a otra persona.

Alguien que ama tiene comprensión por los demás.

Alguien que ama está lleno de paz, respeta a los semejantes y los deja ser, libres e independientes.

Alguien que ama es alguien lleno de cariño y dulzura.

Alguien que ama es justo…

Es el amor lo que hace la diferencia.

Porque se puede tener todo en la vida, pero si no hay amor, la vida será siempre un vacío.

Al encontrarse con uno mismo, la parte más difícil de enfrentar es cuando nos damos cuenta de la persona en la que nos hemos convertido al haber permitido condicionarnos, al asumir el mismo papel de nuestros propios verdugos.

Soy agresor…Eso fue lo que aprendí, a ser un agresor: la violencia era mi cotidianidad.

Sin embargo, el hecho que la violencia fuera mi pan de cada día, no justifica ningún tipo de agresión a los demás. Ni tampoco la justifica el que la violencia doméstica sea algo normal en nuestras sociedades, parte de los secretos intrafamiliares…

Nada la justifica.

Soy agresor y serlo es mi pesar…Al cabo del tiempo llegué a convertirme en uno de los monstruos contra los que luchaba…

No hay perdón que exista. Lo hecho, hecho está…

Lo importante es hoy, y mientras gozemos de vida podemos hacer algo: llenar los vacíos con amor.

Hace un tiempo que mi vida ha venido experimentando cambios, y ahora puedo decir que por encima de mis errores, mis hijos sí han podido sentir el amor que les tengo, y el haber visto el esfuerzo personal que he hecho por lograrlo, pienso que más tarde limpiará algunas memorias tristes…

noche de julio,
la luna hacia el este
llena y amarilla

3 comentarios:

Gio J. dijo...

"llenar los vacíos con amor", una gran frase, amigo...

Rojo dijo...

En realidad no hay vacíos si hay amor. La diferencia está en la consciencia de nuestro amor. Amar por amar, no es suficiente. Amar con pasión puede ser peligroso... Amar conscientemente es amar de verdad, implica la necesidad de amarse a uno mismo, pues no puede darse lo que no se tiene.

Gracias por tu comentario. Sabés cuánto te aprecio amigo.

Gio J. dijo...

"Amar conscientemente es amar de verdad"... lo más difícil ;)