16 octubre 2007

Desvestirse


Quitarnos las cosas que ya no necesitamos, arrancarnos lo que nos asfixia, liberarnos de ataduras…renacer.
Recuerdo ese poema de Jorge Debravo que un día me recitara Ligia, mi madrina, a quien admiro tanto:


TRAJES

"Hace mucho tiempo que usamos este mismo vestido,
en la
casa,
en la iglesia,
en el gobierno.
Nos hemos habituado tanto a
usarlo,
que hora nos da miedo y no nos atrevemos a cambiarlo,
como si con
el cambio nos quedáramos muertos.
Ajustamos los pasos,
las costumbres,
los credos,
el amor,
los pensamientos,
a la estrechez reseca de
este traje apolillado y viejo,
que empezó siendo objeto de servicio y se nos
ha trocado en carcelero.
Yo digo,
sin embargo,
que en la vida hay
mucho traje fresco.
Que debemos quemar este gangoche
donde ya no nos cabe
el pensamiento.
Lo importante es decir un día de todos:
- al diablo este
vestido polvoriento! ...
Y agarrarlo con cólera y rasgarlo
y quedarse
desnudo en medio viento.
(Estando uno desnudo busca traje
aunque tenga que
hacerlo deshilándose el cuerpo.)
Lo importante es tirar este
vestido,
encontrar uno nuevo,
y no dejar jamás que se nos hunda en la piel
y los huesos,
porque entonces, amigos,
deja de ser vestido y se nos hace
amo y carcelero."
Jorge Debravo / Nosotros los hombres

Quedo sin más palabras que decir…

1 comentario:

Gio J. dijo...

:)

siempre me he sentido identificado con lo que escribes en este blog...