Eran las cuatro de la madrugada…Rojo despierta de repente y Karen, agitada, sentada contra el respaldar de la cama…
-¿Qué pasó? ¿Llegó el momento?
-Creo que si…
Doce horas después lloraba en la sala de partos la niña más linda que Rojo haya visto, y él también lloraba de felicidad, era como un sueño para él...
-¡Cántele la canción que usted le cantaba! –Repicó la abuela, que justo llegaba con la hora de visita.
- Ei-bi-ci-di-i-ef-yi...-el silencio poco a poco innundó la habitación, los pequeños ojillos negros, algo vidriosos, hicieron un giro de búsqueda…luego de nuevo los llantos.
-Disculpen, debo ponerla en la incubadora…¡Bah! La enfermera…
Rojo la miraba, y miraba a Karen en ella, los colochitos, esos colochitos…Lloraba y le hablaba, sin importarle el abismo que creaba la incubadora entre ellos.
Esa niña era toda rosa, clarito, como el de los algodones de azúcar o como el de los marsmelos…de ese color que inspira suavidad, delicadeza, ternura y olor a dulce…
Rosa, si…un color también derivado del rojo…
Y rosa también era aquella época, la más feliz que se recuerda, si...
El apartamento...tan chico, pero tan lleno de amor, todo tan lindo y tan sencillo…aunque fuera en la superficie, pero sí era lindo...
12 septiembre 2006
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1 comentario:
Rojo!
Saludos desde Caracas...
¿Tuviste una beba el 12 de septiembre? ¿Si? ¡Felicitaciones!
Yo también... Clarita... el 12 de septiembre... pero del 94.. ;-)
Y luego Kico, en marzo del 97... y luego Juanchi, en agosto del 98...
Paz y Bien...
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